lunes, 9 de febrero de 2015

"The wrong box" / "Steel magnolias" / "Crazy World", de "Victor Victoria"

Es una secuencia de "El triunfo de un sueño", en la que el padre aconseja
a su hijo, sin saber el parentesco que les une, que no abandone nunca
la música, que será su mejor refugio y compañía.
"La música envuelve la placidez y la inquietud del alma, con los mensajes que transmite la poesía de sus notas y acordes; y la emociona, y la inspira, y la conmueve".
(Rusty Andecor).
 
"No abandones la música, pase lo que pase, porque cada vez que te pase algo malo será el sitio en el que podrás refugiarte y olvidarte de todo". (Clic en el título del texto)
("El triunfo de un sueño")

En el mágico "visor de antigüedades" aparece
imagen de una dama en "azul" que debió ser
la niña del vestido blanco. Parece como si
la estuviera envolviendo un sueño, también
en "azules". Quizá, es un truco de magia
que sale de... la "caja de las sorpresas".
Es el "volumen 13", la segunda parte del álbum "La niña del vestido blanco", uno de los cuentos "ocultos" o vaporosos, pero turbadores, entre los "relatos musicales" de mi obra, y que sugiere a esa dama transformada en niña, unas veces con su vestido blanco, otras con su vestido azul; unas, envuelta en seda, otras... vestida en tul. 

"La caja de las sorpresas" ("Main Titles"), de John Barry, BSO de "The Wrong Box", producción inglesa de 1966 (clic en el título), es una música que nos va a recrear un ambiente de escenas felices, en un pasado que coincide con la época del "primer volumen" y que ya incluía el tema en una versión distinta. Es la representación de una "caja de sorpresas" que nada tiene que ver con el argumento del enredo cómico del film. En la fantasía del escenario aparecen dos personajes; "él", no es aún el viejo mago, aunque quizá sea ya el "aprendiz de poeta". "Ella", no es la niña del vestido blanco, pero tal vez fuera la dama que él conoció antes de convertirse en aquella niña, que terminó siendo una "ilusión". Es "la caja de las sorpresas" porque en ella empieza a producirse la magia de las escenas que luego comienzan a sucederse. Una caja de sorpresas que visiona, como si fuera un truco de magia, esas antiguas y desvaídas "fotografías" que vemos en nuestro "visor de antigüedades" y que identifican los instantes más representativos del "álbum de relatos" que componen la colección de álbumes literario-musicales: "la música más hermosa del mundo".
La escena representa a esa dama que perdió a
quien amaba y que ahora se refugia en la luz
de su luna, en sus pétalos y aromas... y siempre
en sus azules, lejos del loco mundo.

Y en ese contexto de momentos nostálgicos que nos ha recordado el tema anterior, con sus viejas y desvaídas "fotografías", extraemos de ese "Volumen 13" un nuevo tema de Henry Mancini y que pertenece a la BSO de "Victor o Victoria"; se trata de "Crazy World/Sad Victoria" (clic en el título). El tema tiene dos mensajes musicales. Uno describe los colores nocturnos, pero amables de sus escenas, y quizá también, las de ese extraño, hostil y loco mundo en que vivimos (de ahí su título "Crazy World"). El otro, describe una escena nostálgica, la del recuerdo de aquellos momentos felices que quedaron muy atrás, pero que aparecen guardados en el "visor de imágenes" del pasado, aunque también plasma el perfil triste de una dama que perdió algo que amaba (de ahí el título "Sad Victoria").

Georges Delerue nos trae un "Love theme" (clic), que pertenece a la BSO de "Steel Magnolias", y que comienza con una música suave y delicada, quizá intentando imitar una caja de música que hace sonar sus primeras notas, como para describir que es, precisamente, esa "caja de los secretos" la que guarda la clave de una historia y que hay algo en ella hermoso, como ensalza después la continuación del tema cuando llega la intensidad de la cuerda. Describe, sobre todo, el entusiasmo de la niña que sale de los secretos de esa caja de música, tal vez en una imagen retrospectiva de aquella princesa que ya describió otra versión del tema en un volumen anterior, o en un flash-back de la dama que después se transformaría con su vestido azul. Lo cierto es que "ella" es, siempre, el mismo personaje que aparece o que se sugiere en toda la obra.
Panorámica del Sena, en un atardecer lluvioso. De lejos, suena el
acordeón. Vemos cómo "la locura del mundo", en un paisaje que
parece de ensueño, se alivia, se serena, se enternece, quizá
es la ilusión de que encontraremos nuestro destino por los
caminos que habíamos tomado para evitarlo. (De C. Pissarro)

De nuevo, "la locura del mundo", como bien define, no sólo su título "Crazy World-Le Matelot Club", de Henry Mancini y BSO "Victor-Victoria" (clic), sino el escenario que describe su música, y mediante el que vemos cómo esa "locura" se alivia, se serena, se enternece, con la esperanza y con la ilusión de la magia que volverá algún día. Quizá, los trucos no funcionen, pero sabemos que "el futuro pertenece a quienes creen en la belleza de sus sueños"; incluso, como dijo Jean de la Fontaine: "a menudo encontramos el destino por los caminos que tomamos para evitarlo". Quizá, no solo nuestra "dama de los sueños" volverá con las alas de su ilusión, sino que aunque no permanezca tangible entre nosotros, ni siquiera visible, que solo sea una apariencia etérea, la tendremos siempre en nuestros recuerdos y en las imágenes de nuestro "visor de antigüedades". Y si nos fijamos, la melodía que describe ese loco mundo, en donde el destino ha ido dejando su rastro de instantes felices y de momentos amargos, nos va dibujando la vida, escena tras escena, con cada uno de los instrumentos: el piano, el saxofón, el acordeón a lo lejos, e incluso la percusión de unas escobillas de ritmo. Cada sonido nos trae un mensaje, de cada etapa de la vida, de cada momento, de cada instante.
La dama vestida de azul es ahora "la dama del Sena" que se aleja
a lo lejos, con su amigo, por el puente, bajo la lluvia, mientras se
escucha el acordeón. (Escena de "Midnight in Paris")

Finalmente... y de nuevo, el tema principal de la película "Victor o Victoria", el que lleva el título "Crazy World, Victor Victoria", otro remake del mismo "love theme" de la BSO de Henry Mancini y que ya se incluía en un volumen anterior (clic en el título). Se trata de una estampa en la que aparece pintado el Sena, en el romántico París, como en la escena de un sueño, envuelta en un ambiente... casi mágico, con el color de una tarde lluviosa, el sonido del acordeón y el sabor de unos besos mojados de la brisa. Y refiriéndonos a momentos del pasado, es "el instante de la ilusión de un encuentro". Luego, poco a poco, se va desvaneciendo la música; es como si el 
Es la dama de vestida de azul, o quizá aún con su vestido
blanco, que sentada allá en un apacible lugar de su lejano
cuento, tal vez... un poco triste, espera a que su viejo
mago, algún día, la encuentre y la devuelva a su
mágico y maravilloso sueño. (Cuadro de Vicente Romero)
acordeón se fuera alejando, entre el piano y la orquesta que también acompaña el tema. La melodía se encarga de completar la pintura y permite que contemplemos la frescura de una noche romántica y la sonrisa de la dama vestida de azul, convertida ahora en aquella fascinante "dama del Sena" de otro de los cuentos de "la música más hermosa del mundo".

En fin... ¡qué puedo añadir sobre la música! sobre lo que transmite o sugiere, sobre lo que encubre o insinúa, sobre cuánto evoca y emociona, cuando lo sugerente, los recuerdos o las emociones, salen de esa mágica "caja de sorpresas". Creo que la música, esa que vemos como una sinfonía de sonidos o como un poema de breves notas, es la expresión de toda la intensidad de un sentimiento o de la sencillez de una escena de la vida de unos personajes. Lo extraordinario -pienso yo- es que "la música, a veces, tiene tanta fuerza descriptiva que el autor de su obra, o quien se inspira después en su interpretación, podría expresar en ella todo un drama literario sin escribir una sola palabra".
Ángel González "Rusty Andecor"